martes, 19 de junio de 2012

el, no era  para mi, aunque  fuera mio

sábado, 16 de junio de 2012

Sabina

pensé q Sabina había muerto, incluso la enterré, un día soleado con olor a vainilla y entre margaritas, me aleje con una sonrisa y con lágrimas en los ojos, le prendí una veladora  y pedí q en su nueva vida, aprendiera el simple hecho de estar satisfecha por estar viva,  y seguí mi día,  al llegar a casa y verme al espejo comprendi q Sabina seguía viva